Sistemas de apertura para todo tipo de requerimiento. Cómo elegir el más adecuado para un proyecto, los sistemas de accionamiento y la seguridad.
Es posible personalizar el diseño de portones para viviendas e industrias. En general, se desarrolla una estructura metálica resistente, que luego puede ser revestida con diversos materiales como chapa, acero inoxidable, madera, aluminio, PVC, vidrio y otros. Además, «los equipos cuentan con sistemas antiaplastamiento, sensores infrarrojos, electrocerraduras y sistemas de cierre automáticos para garantizar la seguridad», enumeran desde la firma Cremonesi.
Respecto de los sistemas de apertura, la variedad también es amplia y responde a todo tipo de requerimientos funcionales y restricciones de proyecto. El más simple es el sistema corredizo. Se opera en pocos metros cuadrados, por lo que es recomendable para sitios donde se cuenta con espacio lateral. Este portón se maneja manualmente en caso de corte en el suministro eléctrico.
El sistema pivotante es ideal para espacios donde el portón no se puede desplazar hacia los costados y no puede moverse en altura. Las hojas de abrir se montan sobre un pivot a munición que le otorga un funcionamiento suave. Y requieren de un lugar con profundidad en la cochera para poder rebatirlas.
Cuando se cuenta con espacios reducidos, el sistema adecuado es el levadizo contrapesado, ya que su modo de apertura libera las paredes. Al igual que el corredizo, este sistema es práctico al momento de operarlo manualmente por su funcionamiento suave y liviano debido a que está contrapesado.
Es similar el tipo guillotina y también cuenta con contrapeso. La diferencia es que se puede construir con una sola hoja o varias, y se recomienda para sitios en los que se dispone de altura para que la hoja se eleve.
Por último, los portones de hoja plegadiza con contrapeso permiten la apertura hacia el exterior. La hoja se fracciona en un tercio y dos tercios con un sistema de bisagras especiales y, al quedar abierto, una parte del portón es desbordante.